Una vida se va construyendo en torno a los afectos,
acontecimientos, aprendizajes, compromisos, ideas, y muchas otras cosas.
El calendario señala fechas, efemérides, memorias. Por eso se destacan días
especiales, para celebrar lo que es más importante.
Los hermanos son lo más cercano a nosotros. Crecimos con ellos, en una familia,
una red de complicidades y vivencias comunes. Lo que vivimos entre hermanos es
único, irrepetible, da forma a nuestra vida para siempre.
Por ello es tan importante asignar un día dedicado a los hermanos, a la relación
entre hermanos. Así, la Confederación Europea de las Familias Numerosas, por una
resolución adoptada por su asamblea general en el 18 setiembre de 2014, deliberó
proclamar, instituir y celebrar el Día de los Hermanos, anualmente, cada 31 de
Mayo, en seguimiento de una primera experiencia realizada en Portugal en ese
mismo ano.
Esto es lo que hemos establecido: la creación del Día de los Hermanos. Ya sea en
familia, ya socialmente, esta es la manera de mantenernos siempre presentes, de
fortalecernos y celebrar lo que de importante acontece entre los hermanos:
Crecer juntos
Las aventuras
Los descubrimientos
La solidaridad
La cercanía
La complicidad
La identidad que es la diferencia
La diversidad
La ayuda, la cooperación y el reparto de tareas
La alegría y la tristeza
Las emociones, buenas y malas
La tolerancia
La reconciliación
El compartir
La historia, las raíces, la memoria
Quien tiene la felicidad de tener hermanos, conoce bien el significado de
pertenencia.
El fundador y presidente de la Asociación Portuguesa de Familias Numerosas (APFN),
y también fundador y presidente de la Confederación Europea de Familias
Numerosas (ELFAC), Fernando Castro, fallecido en Marzo 2014, es autor de una
frase que marca el espíritu de esta iniciativa y celebración: "Si quieres ver a
un niño feliz, dale un hermano; si quieres ver a un niño muy feliz, dale muchos
hermanos".
El mundo en el que vivimos parece querer restar valor a esta verdad. La
institución del Día de los Hermanos pretende destacar lo que más felices nos
puede hacer: los hermanos.
Un día de los hermanos es una fiesta por excelencia, es una calurosa celebración
en el sentido estricto de la palabra, fraternidad. En el mes de mayo destacan
algunas celebraciones familiares como el Día de la Madre (el primer domingo de
mayo) y el Día Internacional de la Familia, declarado e instituido el 15 de mayo
tras una deliberación de la Asamblea General de Naciones Unidas, en 1992. Acabar
el mes, el 31 de mayo, con una fiesta del Día de los Hermanos, es cerrarlo con
broche de oro, ensalzando una de las más fuertes relaciones generacionales y de
sustento de la familia.
Por otro lado, al día siguiente, el 1 de junio, se celebra el Día Mundial de las
Madres y los Padres, declarado en 2012 por Naciones Unidas para reconocer su
labor y honrar su trabajo en todo el mundo. De este modo, se celebran dos días
consecutivos muy inspiradores a la luz de la frase emblema del Día de los
Hermanos:
"Si quieres ver a un niño feliz, dale un hermano.
Si quieres ver a un niño muy feliz, dale muchos hermanos".
Es como si, todos unidos, en la víspera del Día de las Madres y los Padres,
mostrásemos la felicidad de tener hermanos.
Hemos establecido 31 de Mayo como Día de los Hermanos.